El amor no es una tontería,
no es una tontería todas las veces que dije que te quería,
no es una grosería decirte todas las veces que te follaría,
porque tu y yo hacíamos el sexo ordinario fuera extraordinario,
tú me decías que no me controlaría y yo decía que sí,
que sí, mientras me querías.
Nunca fue una tontería decir que tu mirada eliminaba las oscuros temores que tenia a diario,
gracias a ti podía seguir y seguir tachando miedos en el calendario,
sabiendo que juntos éramos fuertes, valientes y amantes solidarios,
dando placer sin esperar nada a cambio.
Pero todo cambió, tus caricias empezaban a ser frías y esa sensación me hería,
caricias vacías, llenas de algo que no es amor, que desconocía de dónde venía,
pero ahí estaba delante mía, aun cuando en el pasado me juro que eso nunca pasaría,
que no cambiaría, pero cambió.
¡No! ¡El amor no es una tontería!
sentía que moría por estar perdiendo algo tenía delante mía,
con miedo en la garganta y sacando valor dónde pensaba que ya no había,
le dije ¿Qué te pasa? ella me miró y dijo la palabra que todo hombre odia y teme,
Nada.
Y ese nada se volvió un todo.
Y todo cambio, otro cambio llegó, otro amor, otro mejor que yo.
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